Técnica de cocina: salteados saludables

¿No eres un chef? No te preocupes, la mayoría de nosotros tampoco
Hacer una comida puede parecer una tarea bastante desalentadora, especialmente cuando no se dispone de tiempo. Pero cocinar en casa no tiene por qué ser ni difícil ni sofisticado. Existen formas divertidas de preparar una comida que los sorprenderá a ti, a tu familia e incluso a tus invitados por lo sabrosa que puede ser la comida sana y sencilla. Así que, esta noche utiliza otro artefacto en lugar del microondas y prueba esta divertida técnica de cocina: el “arte” del salteado.
Tradicionalmente, en el salteado se utilizan grasas y aceites para cocinar verduras, mariscos y carnes. Pero, en el salteado ligero, se utiliza una pequeña cantidad de líquido, como caldo, vino, jugo o incluso agua. Parece que en muchas recetas básicas se comienza con una cebolla salteada. Pero no todos los salteados son buenos para la salud. ¿Quién se lo hubiera imaginado?
Cómo saltear comidas de forma sana (tendrán un sabor increíble, te lo aseguramos)
- Calienta de una a dos cucharadas de caldo bajo en sodio o agua en una sartén a fuego medio.
- Una vez que el líquido comience a hervir, añade las cebollas picadas o en rodajas y cocina, revolviendo con frecuencia, durante unos cinco minutos.
- No te preocupes si las cebollas comienzan a pegarse en el sartén. Simplemente añade un poco más de líquido y sigue revolviendo. Esto liberará las cebollas que se hayan quedado pegadas en el sartén y, aunque no lo creas, esos pequeños trozos pegados pueden añadir un delicioso sabor al plato. Si parece que las cebollas se están empezando a quemar, solo reduce el calor un poco.
¡Vamos! Ahora que empezaste, no hay marcha atrás
Existen muchos tipos de salteados: empecemos por las verduras y continuemos desde ahí. Si empiezas con una selección de verduras, es buena idea cortarlas en trozos del mismo tamaño. Saltéalas hasta que queden brillantes y crujientes. Resiste el deseo de agregar más de un par de cucharadas de líquido a la vez, pues de hacerlo así, acabarás hirviendo tus alimentos.
¿Quieres explorar más?
Prueba a saltear la carne. Para carnes como pechugas de pollo, chuletas y filetes, comienza con un sartén antiadherente ligeramente rociado con aerosol de cocina. Cocina la carne a fuego medio durante aproximadamente un minuto por cada lado para dorarla. A continuación, añade unas cucharadas de líquido al sartén (como hemos comentado anteriormente) y cocina hasta que la carne esté lista. La buena noticia es que la mayoría de las carnes sueltan un poco de líquido adicional al cocinarse, por lo que no tendrás que añadir mucho. Cuando el líquido empiece a reducirse, verás que añade un rico glaseado a la carne. Suena bien, ¿verdad?
¿Quieres ser más audaz?
Piensa en combinaciones divertidas de sabores, como pollo a la naranja o carne al vino tinto.
Estos son los conceptos básicos del salteado. ¿Cuáles son algunos de tus salteados favoritos? Cuéntanos tus ideas con la etiqueta #AddColor a través de nuestras páginas de Facebook y Twitter.