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Desde ampollas hasta dolor en el talón, las condiciones incómodas del pie y el tren inferior pueden impedirte tener las actividades que quieres. Obtén más información sobre algunas de las causas y soluciones más comunes para los problemas de pies y del tren inferior. Encontrar más comodidad y facilidad puede ser justo lo que necesitas para moverte.

Sé amable con tus pies. Te apoyan y te mantienen en movimiento, ya sea en el trabajo, por diversión o cuando practicas tu actividad o deporte favorito. Cuando alcanzan los 50 años, la mayoría de los estadounidenses recorrerán alrededor de 120,000 km (75,000 millas) con los pies. Y aproximadamente la mitad de nosotros experimentamos dolor u otros problemas en los pies al menos ocasionalmente.

Estos son algunos problemas comunes de los pies:

• ampollas
• callos
• infección por hongos (pie de atleta)
• Âá³Ü²¹²Ô±ð³Ù±ð²õÌý
• dureza
• dolor en el talón
• fascitis plantar 
• lesiones deportivas
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Nuestros pies merecen un poco de cariño y amor. Comienza con lo básico:

• Conoce tus pies. Revísalos a diario, después de practicar deporte o cuando llegues a casa del trabajo o la escuela. Busca ampollas, cortes, llagas, hinchazón y zonas rojas, calientes, sensibles o ásperas. Comprueba también el espacio entre los dedos de los pies.
• No descuides la limpieza. Lávate los pies con agua y jabón todos los días y sécalos bien. Si es necesario, puedes aplicar talco o almidón entre los dedos de los pies. Aplica crema en las zonas secas o ásperas, como los talones. Protege las ampollas y las llagas abiertas con un vendaje limpio. Córtate las uñas de los pies todas las semanas, con forma recta y no demasiado cortas. Elimina con cuidado las durezas y los callos con una piedra pómez o una lima de pies. Usa calcetines limpios, especialmente cuando hagas ejercicio o si ya tienes algún problema con los pies.  
• Trata los problemas. Detecta los problemas pronto y evite que empeoren. Ignorar un problema en los pies no hará que desaparezca. Si no mejora después de algunos días, acude a un profesional de la salud. Algunas enfermedades y lesiones pueden ser graves y deben ser diagnosticadas y tratadas por un profesional de la salud.

Consejos de prevención

Si sientes molestias o dolor en los pies o en la parte inferior del cuerpo, no estarás motivado para levantarte del sofá y ponerte activo. Por suerte, hay muchas formas de aumentar la comodidad y prevenir algunas fuentes habituales de dolor cuando haces ejercicio.

• Ponte de pie. Alterna períodos de estar sentado(a), de pie y en movimiento a lo largo del día. Si pasas mucho tiempo de pie, ponlos en alto cuando te sientes para tomar un descanso. Si pasas más tiempo más sedentario, prueba un escritorio de pie o toma descansos para caminar. Los expertos recomiendan permanecer de pie o caminar durante al menos dos horas por jornada laborable de ocho horas o unos 15 minutos cada hora.
• Mantén un peso saludable. El sobrepeso puede sobrecargar las articulaciones, incluidos los pies y las rodillas.
• Ojo con los hongos. Utiliza chanclas o calzado de agua en duchas públicas, vestuarios, baños, piscinas y otras zonas húmedas.
• Entrenamiento combinado. varía tus actividades para evitar el impacto repetitivo. Camina, anda en bicicleta, nada, corre, baila o patina. Hay tantas formas divertidas de mover el cuerpo, que no tienes por qué limitarte a una sola.
• Antes y después. Haz calentamiento antes de hacer ejercicio y relájate y estírate después. Asegúrate de que tu rutina incluya ejercicios de estiramiento y fortalecimiento de pies, tobillos, pantorrillas y rodillas.
• Accesorios y plantillas. Prueba las plantillas ortopédicas o de calzado para un mayor soporte, alivio del dolor y comodidad. Pueden ayudar con algunos problemas habituales, como las molestias en los pies, el dolor en la zona lumbar, la fascitis plantar y el dolor de rodilla. Los accesorios para calzado que puedes comprar sin receta son refuerzos para el arco plantar, plantillas, taloneras o férulas para talón y almohadillas de amortiguación.

Calzado adecuado

Los zapatos adecuados pueden hacer que la actividad sea muy sencilla, mientras que los equivocados pueden causarte estragos en los pies. Estas son algunas de las consideraciones clave para tener en cuenta a la hora de comprar zapatos:

• Usa calzado cómodo. En la medida de lo posible, lleva calzado cómodo y de gran soporte que se ajuste bien. Guarda esos tacones tan altos para ocasiones especiales.
• Usa el calzado adecuado. Si participas en un deporte o actividad concretos al menos dos veces a la semana, consigue unos zapatos diseñados para esa actividad, y ese terreno o superficie.
• ´¡Âáú²õ³Ù²¹³Ù±ð. Mídete ambos pies cada vez que compres zapatos y escoge la talla según el pie más grande. Compra al final del día, cuando el pie tiende a agrandarse. Pruébate el calzado con los calcetines, plantillas, accesorios o plantillas ortopédicas habituales. No compres zapatos que te queden demasiado apretados creyendo que se estirarán.

¿Qué es ese olor?

A nadie le gusta hablar de ello, pero seamos sinceros, los pies pueden oler mal. Cuando los pies sudan, la humedad crea un entorno para que las bacterias crezcan. Para mantener los pies frescos y poder moverte con más confianza:

• Elige zapatos que no aprieten. El calzado y las plantillas bien ventilados y frescos les darán a tus pies el espacio de respiración que necesitan para mantenerse frescos y limpios. Evita los materiales sintéticos, que a menudo no ventilan bien. 
• Elige los calcetines de forma inteligente. Lleva calcetines de deporte limpios de mezcla acrílica que sequen la humedad de los pies. Las fibras naturales pueden absorber y atrapar el sudor, por lo que es posible que no sean la mejor opción para el entrenamiento.
• Deja que tus zapatos se aireen. No lleves los mismos zapatos todos los días y no los dejes en una bolsa de deporte ni bajo ropa sudada. Deja que se sequen bien entre cada uso.

Los pies sanos son pies contentos que te mantendrán en marcha para alcanzar tus objetivos de actividad.