En sus marcas, listos…

Te emociona el poder del cambio. Ya te sientes mejor con tu decisión de llevar una vida sin tabaco, reducir el estrés o moverte más. Sin importar lo que cueste, te comprometes a lograrlo.
No hay por qué esperar a que llegue el nuevo año. Un cumpleaños o simplemente un lunes después de un fin de semana malo podrían ser buenos momentos para comenzar.
Además, las investigaciones demuestran que es más fácil formar nuevos hábitos cuando cambia tu entorno o situación. Por lo tanto, si estás enfrentando un cambio en tu vida, aprovecha el nuevo ritmo natural. Una mudanza o el inicio de un trabajo podrían proporcionar la motivación para empezar de nuevo.
La motivación es la primera clave para cambiar tu comportamiento. Pero no es así de fácil, tu dedicación puede decaer. Dos tercios de las personas a las que se les realizó seguimiento en un estudio reciente al cabo de un par de meses habían abandonado sus resoluciones de Año Nuevo.
Bases para el éxito
En primer lugar, sé proactivo(a). ¿Prefieres fijar un plazo o usar un "dispositivo de compromiso" para adoptar un comportamiento saludable? Podrías hacer un depósito en una cuenta de la que solo puedas disponer cuando no consumas alcohol ni cigarrillos durante un período determinado. O en lugar de dinero, puedes suspender tu programa de televisión favorito hasta que vayas al gimnasio.
Hablar con personas que han tomado el mismo camino podría ayudar. O puedes buscar información sobre cómo procurar tu objetivo de salud. Por ejemplo, si quieres reducir el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, dormir lo suficiente puede ser fundamental. Si estás intentando mejorar tu sueño, una dieta mediterránea puede ayudarte. Dormir lo suficiente es esencial para casi cualquier objetivo de estilo de vida saludable.
Granos de arena, no montañas
Un cambio importante requiere un compromiso importante y no ser realista puede predestinarte al fracaso. ¿Estás intentando iniciar un programa de ejercicios con muchas exigencias que compiten en tu vida?
Tal vez sea difícil "comenzar con el programa" porque un "programa" es complicado.
Según el científico del comportamiento y autor, BJ Fogg de la Universidad de Stanford, una mejor estrategia es adoptar hábitos pequeños y simples. Estos pasos son tan sencillos que no hay razón real para saltárselos. El modelo de comportamiento de Fogg indica que un comportamiento está basado en la motivación, la capacidad de lograrlo con facilidad y un recordatorio: una actividad existente en tu rutina que te ayudará a llevar a cabo el nuevo hábito.
En lugar de un programa de ejercicios, piensa en una actividad fácil de lograr que puedas conectar a tu día. Tal vez puedas hacer un estiramiento en el borde de la cama antes de levantarte o un par de flexiones de piernas mientras preparas tu bebida matutina.
Otros cambios de conducta en el tamaño de un bocado pueden implicar comer un trozo de zanahoria cada vez que abras el refrigerador, cambiar un cigarrillo después de la cena por un pedazo de chocolate oscuro o respirar profundo unas cuantas veces antes de lanzarte a tu jornada laboral. Las decisiones inteligentes son aquellas que sirven de base para el futuro.