Salud mental y salud cardíaca

Durante años, los profesionales de la salud pensaron que la relación entre la salud mental y cardíaca era estrictamente conductual, como una persona que se siente deprimida y busca alivio fumando, bebiendo o comiendo de manera poco saludable.
Esa noción ha comenzado a cambiar. En las investigaciones, también se demuestran posibles relaciones fisiológicas. Cada vez hay más evidencia de que los factores biológicos y químicos que desencadenan los problemas de salud mental también pueden influir en las enfermedades cardíacas.
Tener problemas de salud mental no solo significa ser infeliz, sino que sufrir cambios bioquímicos que predisponen a padecer otros problemas de salud, incluidos los cardíacos. Por lo tanto, la relación entre la cabeza y el corazón debe ser un aspecto importante en la atención del paciente.
Depresión y otros problemas
Las enfermedades cardíacas se pueden ver afectadas por los distintos tipos de problemas de salud mental. Puedes sufrir un estado temporal de depresión o un caso clínico más grave. También puedes presentar distintos niveles de ansiedad y estrés, entre los problemas más conocidos.
Los factores de estrés cotidianos, como los relacionados con el trabajo y los incidentes traumáticos, pueden aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. El aislamiento social y la soledad, fuentes frecuentes de estrés, también están relacionados con un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un ataque o derrame cerebral.
Los pacientes con ataques o derrames cerebrales y cardiopatías deben ser cautelosos
Las enfermedades cardíacas o los ataques o derrames cerebrales pueden causar ansiedad o depresión. Por lo que es importante tratarlos de una forma saludable.
No es que las personas que sufren enfermedades cardíacas quieran fumar o comer para mejorar su estado de ánimo. Es posible que no tengan la energía para levantarse de la cama, ir a rehabilitación ni hacer cosas para recuperar su salud física.
Alguien podría pensar: “Acabo de sufrir un ataque cardíaco, debo estar deprimido”. Sin embargo, minimizar su tristeza o ignorarla, podría hacerlos caer más bajo.
Lo que deberías hacer
Empieza hablando sobre cómo te sientes, tanto física como mentalmente, con tu profesional de la salud. Puede ayudarte o remitirte a la atención más adecuada o indicarte la mejor forma para empezar.
Debes monitorear tu salud física y mental y la de tus seres queridos, en especial la de quienes padecen enfermedades cardíacas o han sufrido ataques o derrames cerebrales.
Tu profesional de la salud puede hacer preguntas sobre tu salud física y mental, como las que se indican a continuación:
- ¿ú fumas?
- ¿Cómo es tu dieta?
- ¿Controlas tu presión arterial?
- ¿Cómo has estado del ánimo?
- ¿Disfrutas de las mismas cosas que antes?
Recuerda, si tienes síntomas de depresión, ansiedad o estrés debido a enfermedades cardíacas o ataques o derrames cerebrales, es posible que necesites atención de seguimiento. Así que colabora con tu profesional de la salud por el bien de tu salud mental y cardíaca.